Es importante que tomemos conciencia de que somos los
únicos responsables de realizar nuestros sueños. Es crucial anular de una vez
por todas las excusas que creamos para no construir la vida que queremos. Hoy
es el día de centrarnos en los pasos que debemos dar y empezar a tomarnos la
vida en serio. Dejemos de vivir en un mundo de inercia y fracaso y empecemos a
vivir en un mundo de acción y logros.
Es muy difícil producir cuando descuidamos nuestras
responsabilidades. ¿Cómo podemos perder peso cuando estamos inactivos? ¿Cómo
podemos terminar un libro si no escribimos ni una palabra? ¿Cómo podemos
conseguir resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo? En realidad, la
vida puede llegar a ser muy predecible si nos fijamos en nuestras acciones
diarias.
Somos lo que hacemos cada día. Lo aceptes o no,
creamos o permitimos muchas, si no todas, las circunstancias que nos suceden.
Seguramente, si tu realidad no es la que quieres, debe ser la que has creado.
Pregúntate a ti mismo: ¿Es ésta la vida que realmente
quiero? Si la respuesta es ‘sí’, sigue adelante. Si la respuesta es ‘no’,
comprométete a establecer objetivos definidos para mejorarla.
Es necesario comprometerse a dar todo lo que podemos
dar y hacer todo lo posible para que las cosas nos funcionen. Esta es la única
vida que tenemos y si realmente nos atrevemos a vivirla, la inseguridad y la
desconfianza no se apoderarán de nosotros.
Actuando, trabajando, moviéndonos y comprometiéndonos
en las tareas que nos llevan a nuestros objetivos, nos estaremos apoyando para
progresar. Gran parte de lo que ha ocurrido, está ocurriendo y nos ocurrirá, es
consecuencia de nuestras acciones. A menudo permitimos que las cosas nos
sucedan por inacción y falta de voluntad para crear lo que queremos. En cuanto actuemos, la vida
responderá tarde o temprano, pero nunca dejará de responder.
Una de las decisiones más importantes de las que
debemos responsabilizarnos es la de aprender a cambiar nuestros viejos
pensamientos sobre las personas, las cosas y las circunstancias. Para que este
aprendizaje funcione, debemos empezar a alimentar nuevos pensamientos y nuevas
creencias. También debemos aprender a no rendirnos demasiado pronto y a dejar
de dudar. Es poco probable que tengamos éxito si nos rendimos o dudamos.
Por cierto, nunca llegaremos más alto de lo que
pensamos; nunca llegaremos más lejos de lo que creemos.
Nuestras acciones nunca quedarán sin respuesta
mientras trabajemos con tenacidad y entusiasmo. Tan pronto eliminemos las
barreras que el condicionamiento pasado ha colocado en nuestra mente
consciente, podremos hacer algo más por nosotros mismos.
No tengas miedo de pensar en grande. ¡Inténtalo! La
responsabilidad de crear lo que deseas es tuya y de nadie más.
Fariddy Yunis
No comments:
Post a Comment